Entre líneas

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Por Carlos Avalos

Atando cabos

La temperatura en el ambiente político amenaza con alcanzar parámetros indescifrables antes de las elecciones. Las recientes declaraciones que Idalia no dio, sino que las tomaron de su Face, le han puesto un sabor especial a los análisis de los especialistas en la materia, como un añadido más a los supositorios con que cerrará la semana, esperando los próximos 7 días candentes.

Si bien es cierto existe una supresión de cuadros Silveristas en las actuales candidaturas, mientras que uno goza “De una partida de madre” de otro, para  ser “Toda Sonrisa”, y para que los demás “Hoy así Sonrieran”, la expectativas de triunfar para el PRI en los próximos comicios electorales, parecen desvanecerse.

Es Lógico, sin la presencia de Silverio en el terreno de juego, no hay a quien regresarle el favor, sino solamente a aquellos de segundo nivel que también anduvieron “Ayudando” a lograr los objetivos, pero en el artilugio, flaco favor le harán al partido tricolor de mantenerse las tendencias “designadas”, que no son el resultado de las encuestas, con respecto a las postulaciones de las candidaturas que se avecinan.

Los cuadros políticos de formación Anguianista brillan por su ausencia, pasaron ya casi los tres años, sin que hubiera preocupación de tener la gente que le refuerce el tiempo restante de la administración, viéndose ahora un tricolor comprometido, que estará a expensas del arrastre natural de Enrique Peña Nieto, a quien no le ayudarán absolutamente en nada en el estado, salvo algunas excepciones.

Cual buen ranchero montado en su macho, el líder del PRI en el estado, ha desoído el clamor popular, haciendo de lado las reales expectativas, que si bien no del todo, pero pareciera que existe un entreguismo anticipado de la posiciones, que huele a como si todo ya estuviera concesionado y repartido.

Acción Nacional está a la espera de las fichas que muevan en el Tricolor, pero ya tienen sopesados los rivales, medidos, y con las jugadas armadas para tal o cual, ha resultado a la inversa lo esperado, los priístas perdieron el movimiento, se les acabó el tiempo como en el ajedrez.

Pero hablemos de lo que respecta a Manzanillo. Nabor Ochoa tenía razón cuando hablaba de ganar el carro completo ante los priístas en el consejo municipal, pero lo que no sabíamos era que no se refería a las elecciones, sino a acomodar sus cartas en todas las posiciones municipales donde se tiene ya  visto quiénes son sus peones de batalla, yendo al Distrito XI Martín Sánchez Valdivia, al XII Guillermo Topete y al XIII Miguel Salazar Abaroa.

Y el respaldo total para Armida Nuñez para la presidencia, tiene una razón: NO puede dejar llegar a Rogelio Rueda (quien trae bajo la manga dos cartas de recomendación la de Manlio Favio Beltrones y la de Enrique Peña Nieto), porque no quiere levantarle la mano a aquel a quien acusó de mil cosas cuando arribó a la administración como alcalde panista, y lo peor, tener que decir que es la mejor opción, el mejor candidato, así de simple.

Dícese tras bambalinas, que hasta llegó a decir el aspirante a Senador por el segundo Distrito, que dejaría la candidatura en caso de que no le aseguraran que Armida sería la candidata y Rogelio Rueda fuera el ungido a disputar el sillón de Juárez 100, de ser así, al menos sería congruente Ochoa López.

Pero el asunto no para ahí en relación al apoyo que el Comité Ejecutivo Nacional está dando a ciertos personajes políticos; ¿Podría usted imaginar a un Fernando Moreno Peña como candidato a diputado plurinominal por el Distrito I?... ¿con qué cara se proclamarían un partido unido cuando se han despedazado a través de los medios?...

Aplica el dicho aquel: “no escupas al cielo porque te puede caer en la cara”, ¿aquí es donde se aplican las circunstancias?... ¿O aplicarán entonces las encuestas?... ¿O es cuestión de voluntades?... y si es de voluntades ¿De quién es la voluntad?...

Pero también lo cierto es que si Rogelio Rueda fuera el ungido, Pagaría el precio del ausentismo de 9 años del puerto -3 de diputado federal y 6 de senador- pues los números no lo favorecen en este momento, la tendencia indica que de cada 100, solamente 8 votarían por el hoy senador, 36 lo haría por Virgilio, mientras que el resto no quiere saber nada de ninguno de los dos, o sea 56.

Y mientras en el seno del tricolor siguen en la disputa, al interior de Acción Nacional, se mueven los hilos de la conveniencia, y si no se quieren entre ellos, al menos se quieren poner de acuerdo al parecer, y todo indica que el equipo comienza a formarse alrededor de Virgilio Mendoza, con una Gretel Culin que suena para el Distrito XI, una Gabriela Benavides, que a pesar de sus sentimientos encontrados puede ir aún al XII, y un Víctor Granados que en el XIII buscará hacer un mejor papel buscando una diputación, que una presidencia a la cual no le alcanza, con todo esto es obvio que Isidro Estrada ni sus luces, porque si alguien pensaba agotar una posibilidad con este último ¿Qué puede hacer alguien que aparte de que no paga sus cuotas, ni gente tiene?...

La pregunta del millón es: ¿Entonces quién chinga a quién?... Aquí parece como aquella sátira del reloj vendido barato para darlo caro: Chinga aquel, chingo yo, chinga tu y chinga tu… último comprador, que bien puede ser tu mamá también… Pero por hoy el espacio se termina y como dijo Don Chuyaco…¡Adió!