sábado, 7 de enero de 2012

Entre líneas


Entre líneas

Por Carlos AVALOS

¡Vámonos por la libre!

No cabe duda que toda acción merece una reacción y por ende casi siempre, esta debe resultar adversa, es regla. La actuación del concesionario de la autopista en el tramo Cuyutlán Manzanillo, merece del desprecio de la ciudadanía colimense a seguir utilizando su tramito carretero que resulta ser uno de los más caros del país, y que ahora todavía más, ignora un acuerdo con el Gobernador del Estado, Mario Anguiano Moreno, y quiere demostrar que tiene más poder que él al burlarse como lo ha hecho de la ciudadanía, al negar el descuento anunciado por el ejecutivo estatal, a pesar de que hay quien ha cumplido con los requerimientos de comprar el famoso chip de 250 pesos.
Es claro, los concesionarios son más amigos de Calderón que de Mario, y le aguaron con un chaparrón el trabajo realizado y que podía ser utilizado como uno de los beneficios que el gobierno priísta a dado a la ciudadanía, y que podía capitalizarse en el 2012 como un botín electorero, pero que ha sido revertido y que ha vapuleado la imagen de MAM, lejos de hacerlo un héroe, ahora aparece como un villano ante los ojos de la gente.
Esto no es más que una muestra entonces, de lo que es no saber  ejercer el poder. El gobernador tiene en sus manos el hacer ver su suerte a este concesionario mal quedado y berrinchudo, si optara por respaldar la propuesta que viene haciendo el diputado local por el distrito XII de Manzanillo, Francisco Alberto Zepeda González, quien ha abierto la posibilidad de que se efectúe la ampliación a cuatro carriles de la carretera libre en el tramo Armería Manzanillo.
El costo aproximado por kilómetro construido se encuentre entre los 5 y 6 millones de pesos, lo cual arroja una suma total del tramo de un aproximado a los 300 millones de pesos, lo que significa amable lector, solamente la mitad de lo que entra de ganancias por concepto de pago de cuota en la autopista en un año.
Si el gobernador impulsara esta propuesta que no es nada descabellada, suena lógica, y que tiene por atenuante ser un tramo visionario a corto y mediano plazo, toda vez que de abrirse la ampliación del puerto en el vaso II de la laguna de Cuyutlán, sería necesaria la apertura a cuatro carriles, porque caso contrario, tendríamos en el trayecto El Colomo-San Buenaventura, los mismo problemas que se tienen actualmente en Jalipa.
¡Vámonos por la libre! Sería el grito de guerra de los ciudadanos, ignorando completamente la autopista, y sí, en efecto, si sería un beneficio a la ciudadanía, y un verdadero botín electorero, porque quien no cruzaría las boletas del PRI de Manzanillo, Tecomán, Armería y Colima, al verse beneficiados con esta inversión mínima y de tan grandes dimensiones.
Por lo pronto ¡Vámonos por la libre!, hasta que el concesionario de la autopista se enseñe a respetar acuerdos, y a reconocer, que no es más poderoso que un gobernador de un estado, que aunque pequeño, es grande por su gente. Es cuánto. ¿o usted qué opina amable lector?... Opiniones y comentarios a: carlosavalosgarcia@hotmail.com.

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